Para solucionar este desfase, en el año 46 antes de Cristo, Julio César aprobó el calendario juliano, considerando años bisiestos aquellos divisibles entre cuatro. Más tarde, durante el papado de Gregorio XIII, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano, que incluye años bisiestos cada cuatro años, según un ciclo de 400 años.
Se denomina año bisiesto al que tiene 366 días en vez de 365, siendo el mes de febrero de 29 días en lugar de 28. Pero, ¿por qué existen los años bisiestos? Esta particularidad del calendario se hizo necesaria porque la duración del año astronómico -o el tiempo que emplea la Tierra en dar una vuelta completa al Sol- no es de 365 días exactos, sino de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para solucionar este desfase, en el año 46 antes de Cristo, Julio César aprobó el calendario juliano, considerando años bisiestos aquellos divisibles entre cuatro. Más tarde, durante el papado de Gregorio XIII, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano, que incluye años bisiestos cada cuatro años, según un ciclo de 400 años.
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